Existen lugares
hermosos, de eso no nos queda duda, pero es cierto que donde hay agua hay
verdor y es precisamente este color símbolo de la naturaleza la que alegra
nuestros campos y con ellos da vida y una mejor vista a lugares maravillosos.
En temporada de
verano y cuando las lluvias son
abundantes se puede apreciar este bello paisaje natural digno de envidia para
muchos lugares, en el que se mezcla el sonido relajante de la caída del agua
acompañado del canto de las aves que habitan por el barranco.
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Los lugares que sirven
para caída de agua suelen ser lugares ideales para descansar y admirar la vista
que nos ofrecen, uno de esos lugares (Por cierto muy poco accesible) es justo
en la cima de la caída de la cascada del cerrito del Roble, donde se puede
admirar el barranco de una manera cautivadora, así como su curvilínea
carretera.
En temporada de
lluvia el mismo pueblo se reviste de un tono de alegría, los jardines y las
arboledas gozan de un verde rebosante, digno de admirar.
Es muy común por las
tardes salir a caminar para apreciar el verde que el campo ofrece a quien está
dispuesto a disfrutar de una agradable caminata a través de sus cerros y sus
caminos.
Aunque actualmente la
presa se encuentra vacía, el verdor de la cual se ha cubierto da una vista
especial al puente e incluso a la misma Presa.
Cuando se recorre la
carretera que conduce hasta Presa de los Serna, se puede apreciar de un grato
paisaje gracias a su carretera rodeada de arboledas, a sus numerosas montañas y
cerritos así como de sus sorprendentes
barrancos.
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